domingo, 18 de febrero de 2018

Mañana de Mayo - Los de Sevilla

(Sevillanas y rumbas giralderas, 1979)

- Una mañana las marismas se despiertan,
con un vibrar de tambor y un cante de las adelfas.
Los peregrinos descalzos (bis)
con una oración de piernas sin pronunciar un quejío van detrás de una carreta.

Va detrás de una carreta, carreta del simpecao,
que en los surcos de la tierra, va cantando con sus ruedas las plegarias rocieras.


- Entre pinares de plata por carriles de lucero,
hacen camino las voces de las plegarias de Gelo.
Se han callao los serafines (bis)
en la catedral del cielo y se encienden las estrellas en el altar rociero.

En el altar rociero, la sonrisa de la Virgen va iluminando su cara,
porque está rezando Gines cantando por sevillanas.


- Abuela que vas cubriendo la espalda del simpecao,
cualquier rocío te nos va ya para siempre a su lao.
Me han dicho que vives sola (bis)
que tus hijos se murieron, te levanté esta mañana al caerte en el sendero.

Al caerte en el sendero, y con tus pies doloríos sin hablar me sonreía,
viva mi abuela y la Virgen del pueblo de Andalucía.