(Directo al
corazón, 2016)
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Cuando la tarde declina busca el sol el horizonte.
El horizonte, cuando la tarde
declina busca el sol el horizonte,
y se van a las marismas los caballistas de Almonte.
Pasarán la noche en vela, al resguardo de algún chozo,
techao con castañuelas, hablando de las costumbres de su estirpe ganaera.
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Con el canto de la alondra ensilla el marismeño.
El marismeño, con el canto de
la alondra ensilla el marismeño,
mientras que nace la sombra por esos campos de
ensueño.
Al galope entre matojos, van en busca de sus madres,
relinchando los
añojos, por entre los albajales, de las marismas de Hinojo.
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Se corta rastro furtivo por el monte y por la vera.
Por el monte y por la vera,
se corta el rastro furtivo, por el monte y por la vera,
y acarician los
estribos las manchas de castañuelas.
Las aves revolotean y remueven los carrizos,
mientras conduce y arrea,
con voz firme el yegüerizo a la puerta de la aldea.
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Va el almonteño sudao sobre su jaca
bonita.
Sobre su jaca bonita, va el almonteño sudao, sobre su jaca bonita,
y llega con su ganao a la puerta de la ermita.
Entre jacas y pañuelos, Almonte
espera impaciente el centenario herraero,
que fue costumbre de siempre pa su
feria de San Pedro.
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ESTRIBILLO -
Con sus pañuelos de yerba,
el sombrero y la chivata, luchan pa que no se pierda,
la tradición
centenaria de la saca de las yeguas.