(Calle Betis, 1996)
- Qué hay detrás de esa mirada que me tiene enamorá.
Que me tiene enamorá, que hay detrás de esa mirada que me tiene enamorá,
es el misterio del cielo y lo profundo del mar.
Y lo profundo del mar, es una calma inquietante que me invita a desear,
ser una lagrima tuya y poderte acariciar.
- Que hay detrás de esa mirada que no me deja dormir.
Que no me deja dormir, que hay detrás de esa mirada que no me deja dormir,
la luz de la amanecida de una mañana de abril.
De una mañana de abril, es un torrente de vida que me sube hasta la voz
y no pronuncio otro nombre con más cariño y pasión.
- Que hay detrás de esa mirada que no paro de soñar.
Que no paro de soñar, que hay detrás de esa mirada que no paro de soñar,
con tenerla en mi almohada cada día al despertar.
Cada día al despertar, ser lo primero que vea y poderte agradecer,
la ternura que me diera la luz del amanecer.
- Que hay detrás de esa mirada que me llega a emocionar.
Que me llega a emocionar, que hay detrás de esa mirada que me llega a emocionar,
si coincide con la mía cuando te salgo a buscar.
Cuando te salgo a buscar, se abre un sendero de plata que la luna dibujó,
para acercar nuestras huellas por la playa del amor.
- ESTRIBILLO –
Dime que tienen tus ojos,
que no los puedo mirar, que no los puedo mirar.
Que me persiguen en sueños, del alba a la madruga.
