- Una “pará” en el camino carreta del simpecao,
que la sombra de los pinos quieren tenerte a su “lao”.
Los pajarillos te cantan una alegre melodía,
que bonito está el ambiente cuando pasa el medio día.
Que pena del rociero, que en el camino no ha “estao” por no ensuciarse el sombrero, al “lao” el simpecao por carriles y senderos.
- Una “pará” en el camino “pa” la gente de promesa,
que van haciendo rocío andando por las arenas.
Porque la blanca paloma dentro en la ermita,
te espera hay que sería del rocío sin la gente de promesa.
Que ya está cerca el rocío, no vuelvas la cara atrás que tus huellas peregrino, nadie las podrá borrar de la historia del camino.
- Arena de las marismas, dí que tienen tus aromas,
dime que tienes rocina, que tienes blanca paloma.
Paraíso de colores, que se riegan de cantares,
donde la salve se enreda, entre los verdes pinares.
La brisa roba el suspiro, que sale de los senderos para decirte rocío, que vienen los rocieros cantando por los caminos.
- Un suspiro, una sonrisa, una lágrima callada,
anciano que llora al verte, juventud que alegre canta.
Herencia de los mayores, que me enseñaron a amarla,
a entregarle mis amores, y a rezarle con el alma.
Para ti va este poema, tu que me diste el ser ahora lo canto con pena porque recuerdo ese ayer andando por las arenas.
